miércoles, 30 de abril de 2014

Circense

No era sensual y el sexo no tenía sentido. 
No era valiente como ella creía, porque, ¿acaso no temerle a nada es igual a valentía?
Solía mirarse a los ojos, buscando una respuesta. Quizá no se daba cuenta del vacío en el espejo.
¡La culpa no la tiene el alcohol ni las malas juntas, abuela! 
No se trata de culpas. ¡Tampoco el abuelo y la genética! 
Corría desesperada, gritaba pidiendo ayuda. Pero para todo era un circo. ¡Cuánta gracia hace la loca ésta! ¡Cuánto mendiga amor entregándose a cualquiera!
La piel se volvió seca lo mismo que el pelo. Tinturas baratas, hoteles sucios, humo en exceso.
Y ahí va, sí. ¡Creen que me aplaudo por esto!
Y ahí va, mejor así. ¡Creen que me aplaudo por ya no serlo!
Y ahí va, nadie cree nada. Sigo siendo mi propia persecución constante.
No busques belleza en mi imagen, la locura no es un don, para nadie



Texto: Lucía Lascano: h
ttps://www.facebook.com/lucia.lascano.3
Fotografía: Eva Rossini

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